CONSEJO NÚMERO 61

La vida, Baby, es tan solo un viaje de ida (no de vuelta). Por eso nunca dejes nada para más tarde, pues no sabes si después habrá tiempo suficiente para cumplir ese sueño o ese propósito. Procura aprovechar cada instante como si fuera el último, así nunca te arrepentirás de nada. Disfruta de cada momento y saca provecho hasta de las malas situaciones, así conquistarás tus miedos y descubrirás que este viaje sí valió la pena. Recuerda que tus alas están presentes aun cuando no puedes verlas, son esas que te permiten ir mas lejos de lo que en realidad crees, y tan sólo precisa que tengas voluntad para hacerlas mover. No dejes que tus miedos te paralicen, sigue adelante y descubre hasta donde puedes llegar ; el mundo es todo tuyo , conquístalo con una gran sonrisa de entusiasmo, y cuando así lo hagas, es que tu chip está programado de la forma correcta.

 

CONSEJO NÚMERO 60

Los mayas, Baby, decían que el 21 de diciembre de 2012 se acaba el mundo, y no acertaron. Para qué pensar en el fin del mundo, si llega, llegará y no podremos evitarlo. Con lo cual lo mejor es utilizar tu tiempo para pensar en otros finales: el fin de una amistad, el fin de un amor, el fin de una ilusión, y no necesariamente estar pensando en el fin del mundo. En esto si puedes utilizar tu tiempo en intentar remediarlo, y si no lo consigues, algo habrás aprendido para la próxima vez, porque tendrás muchas más oportunidades y tiempo de comenzar una nueva amistad, un nuevo amor, una nueva ilusión, y todo esto antes de que se acabe el mundo.

 

CONSEJO NÚMERO 59

En la vida, Baby, nunca renuncies al amor,… ama a aquellas personas que te demuestran que se lo merecen, y renuncia a las personas ingratas que no te supieron amar.Y en este sentido tienes que saber programarte tu propio chip.

 

CONSEJO NÚMERO 58

En la vida, Baby, mientras leía me encontré con esa curiosa estadística de la escritora y poetisa polaca Wislawa Szymborska, que da para reflexionar: CONTRIBUCIÓN A LA ESTADÍSTICA: "De cada cien personas, las que todo lo saben mejor: cincuenta y dos, las inseguras de cada paso: casi todo el resto, las prontas a ayudar, siempre que no dure mucho: hasta cuarenta y nueve, las buenas siempre, porque no pueden de otra forma: cuatro, o quizá cinco, las dispuestas a admirar sin envidia: dieciocho, las que viven continuamente angustiadas por algo o por alguien: setenta y siete, las capaces de ser felices: como mucho, veintitantas, las inofensivas de una en una, pero salvajes en grupo: más de la mitad seguro, las crueles cuando las circunstancias obligan: eso mejor no saberlo ni siquiera aproximadamente, las sabias a posteriori: no muchas más que las sabias a priori, las que de la vida no quieren nada más que cosas: cuarenta, aunque quisiera equivocarme, las encorvadas, doloridas y sin linterna en lo oscuro: ochenta y tres, tarde o temprano, las dignas de compasión: noventa y nueve, las mortales: cien de cien. Cifra que por ahora no sufre ningún cambio". Lo comento porque indica una curiosa manera de cómo se le iba reprogramando el chip, a medida que iba descubriendo para hacer esta supuesta estadística con la que define al género humano de su entorno. 

 

CONSEJO NÚMERO 57 (bis)

En la vida, Baby, podemos soñar, querer, amar. No podemos obligar a que nos quieran, pero somos libres para intentarlo, porque si no lo intentas, nunca sabrás si tu sueños podían hacerse realidad. Y en este sentido te recomiendo que tengas programado el chip, si quieres comerte el roscón de una deliciosa hembra que te guste.

 

CONSEJO NÚMERO 57

.

En la vida, Baby, hay momentos duros que te hacen ver que la mayoría de aquellos que creías amigos (seguramente tu interior ya lo dudaba), con los que has compartido todo lo tuyo y siempre has estado cuando han necesitado ayuda, no son más que ratas. Te das cuenta que ellos sólo compartían migajas. Que cuando de verdad los necesitas esconden la cabeza. Entonces te alegras que te halla tocado a ti, porque si les hubiera tocado a alguno de ellos lo habrías dado todo a alguien que en realidad no merece nada. Detalle para que lo configures en tu chip. 

 

CONSEJO NÚMERO 56

Tu vida, Baby, siempre estará llena de retos. Es mejor admitirlo y decidir ser felices de todas formas. Los humanos siempre tienen la mala costumbre de esperar largo tiempo para comenzar a vivir la vida de verdad, siempre encontrarán algún obstáculo en el camino, algo que resolver primero, algún asunto sin terminar, tiempo por pasar, una deuda que pagar y no se dan cuenta de que todos estos obstáculos son parte de la vida. Esta perspectiva nos deja ver que no hay un camino a la felicidad, pues todo es cuestión de cómo tengas programado el chip, como yo mismo. Y es que la felicidad es el camino, Baby. Así que aprovecha cada momento que tienes y aprovéchalo más cuando lo compartas con alguien especial, lo suficientemente especial para compartir tu tiempo, y recuerda que el tiempo no espera por nadie... Así que deja de esperar hasta que tengas más dinero, hasta que bajes 10 kilos, hasta que tengas hijos, hasta que tus hijos se vayan de casa, hasta que te cases, hasta que te divorcies, hasta el viernes por la noche, hasta el domingo por la mañana, hasta la primavera, el verano, el otoño, el invierno, o hasta que mueras, para decidir que no hay mejor momento que éste para ser feliz.., 

CONSEJO NÚMERO 55

En la vida, Baby, no es lo que tienes lo que hace que la gente te admire, sino lo que eres. Por eso tienes que programar tu chip en el sentido de cómo te gustaría que te viera la gente, sin dejar de ser tú mismo. 

 

CONSEJO NÚMERO 54

La palabra, igual que la actitud, Baby, tiene mucho de aritmética: divide cuando se utiliza como navaja, para lesionar; resta cuando se usa con ligereza para censurar; suma cuando se emplea para dialogar, y multiplica cuando se da con generosidad para servir. Por eso cada vez que tengas que hablar, ten el chip programado en este sentido.

 

CONSEJO NÚMERO 53

En la vida, Baby, mientras me iba de hostias me topé con un tal Pablo Neruda, poeta chileno, que me dijo muy amablemente para evitar que le pegara la correspondiente hostia: “No mueras lentamente...disfruta la vida....goza con los mas bellos placeres que puede disfrutar el ser humano...leer,viajar y escuchar música”,…. y pensé que también para mí me valía aunque fuera un cyborg con un chip programado.

 

CONSEJO NUMERO 52

En la vida, Baby, aunque me programaron mi chip para experimentar sensaciones humanas, un día descubrí que la paz interior es poder disfrutar de ese amanecer y sentirlo, de sentir una caricia, de poder sentir un abrazo, de poder sentir la brisa del mar en nuestro rostro. Esa la paz interior, es el reconocer que somos simple materia tosca, de reconocer nuestra esencia, nuestro ser interno, de poder sintonizarnos con el universo, ya que formamos parte de el. Y por ello de saber estar tranquilos, porque sentirnos de otra manera, Baby, igualmente no nos sirve para nada. Y así tendría que tener programado el chip la especie humana, que no hace otra cosa que perder el tiempo en tonterías que no les llenan y que a la larga no les sirve de nada. 

 

CONSEJO NÚMERO 51

En la vida, Baby, no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Hay quienes piensan que tienen todo el tiempo del mundo, pero la verdad es que no tenemos tiempo que perder en esta vida. Nadie sabe cuando podemos alcanzar lo que queríamos alcanzar, nadie sabe cuándo has de decir lo que necesitas decir. Hay que hacer las cosas en el presente mientras se pueda, ya que el mañana acostumbra a venir solo con sus propios e inesperados problemas, con lo cual cuanto menos postergamos, mejor despejado tendremos el camino. Y con esta configuración hay que tener programado el chip. 

CONSEJO NÚMERO 50

En la vida, Baby, aprendí que cada fracaso le enseña al hombre algo que necesitaba aprender, y que siempre hay que estar en acción y aprovechar las oportunidades que se nos presentan, porque si decides caminar por la calle del "después", acabarás por llega a la plaza de "nunca". Por eso el chip debe de estar programado para actuar en el presente y no dejarlo para mañana, o pasado mañana mientras ello sea posible.