martes, 6 de noviembre de 2012

CONSEJO NUMERO 52



En la vida, Baby, aunque me programaron mi chip para experimentar sensaciones humanas, un día descubrí que la paz interior es poder disfrutar de ese amanecer y sentirlo, de sentir una caricia, de poder sentir un abrazo, de poder sentir la brisa del mar en nuestro rostro. Esa la paz interior, es el reconocer que somos simple materia tosca, de reconocer nuestra esencia, nuestro ser interno, de poder sintonizarnos con el universo, ya que formamos parte de el. Y por ello de saber estar tranquilos, porque sentirnos de otra manera, Baby, igualmente no nos sirve para nada. Y así tendría que tener programado el chip la especie humana, que no hace otra cosa que perder el tiempo en tonterías que no les llenan y que a la larga no les sirve de nada. 






 

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