sábado, 22 de marzo de 2014

CONSEJO Nº 97



La vida es demasiado corta, Baby. Sonríele a quien llora, ignora a quien te critica y sé feliz con quien te importa..., y de esa manera no se te oxidará el chip.





 

domingo, 9 de marzo de 2014

CONSEJO Nº 96



En la vida, Baby, la sangre te hace pariente pero es la lealtad es lo que de verdad te hace familia. Y en este sentido tienes que mirar de que no se te desprograme el “chip”.






 

viernes, 7 de marzo de 2014

CONSEJO NÚMERO 95



En la vida, Baby, no se puede dar lo que no se tiene. Quien no puede ser feliz, no puede dar felicidad, quien no está cómodo en la vida, no puede hacer que otros se sientan bien. Por eso hay personas que contagian su felicidad, así como personas que siempre tienen quejas y dejan tras de si un largo rastro de amargura.


No se puede dar lo que no se tiene, Baby.  ¡No se puede dar lo que no se tiene!

Cuando se piensa en esta frase, de inmediato pensamos en las cosas materiales que cada cual posee, pero esta reflexión no va de eso, es de aquellas personas que viven siempre en forma triste y maldiciendo su "mala suerte", porque según ellos todo les sale mal. Personas que siempre desean cosas que no están a su alcance, cosas que otros tienen. Personas que cuando algo tienen no saben apreciarlo y sólo piensan que debieran tener más.

Todo sería diferente, Baby, si esas personas pensaran por unos minutos que la felicidad y el gozo que se puede obtener en la vida, nos las brindan las cosas sencillas, cosas que siempre están a nuestro alcance, como un amanecer, disfrutar de mirar una flor, de ver reír a los niños o simplemente agradecer lo que la vida no ha dado.

Esa clases de personas, Baby, por más que les muestres estas cosas no sentirán nada, no tendrán alegría, y no lograrás hacerles sonreír con aquellas cosas que tú disfrutas. Puedes disfrutar de esas cosas porque estás lleno de amor, de ilusiones, de esperanza, te sientes contento por dentro y eso es hace que seas una persona completa. -Si tienes amor en tu corazón, puedes dar amor- Y eso sí que es valioso, Baby, aunque muchos no lo saben por tener mal programado el “chip”.

Hay quien pensará que si una persona es feliz, es que no tiene problemas. Pero no es así, Baby, claro que tiene problemas, sólo que sabe sobrellevarlos y aunque muchas veces el dolor golpee fuerte en su corazón, por ser una persona llena y plena nada logra anular su felicidad, ni su serenidad para ver la vida. Toma todo lo malo como experiencias y sabe salir adelante aun y a pesar de estos problemas cotidianos que la vida nos da cada día. Cuestión de saber tener debidamente programado el “chip”, Baby.

Lograr la felicidad interior sucede cuando todo tu ser está en completa armonía con todo lo que eres o haces; y mientras más bendiciones repartas hacia el mundo, más grande se hace dentro de ti esa generosidad a modo que puedes repartirlo a manos llenas. Eso te convierte en una persona bien encaminada, alguien que sabe lo que quiere, que conoce sus metas y hacia hasta donde llegar. Ser así te convierte en una de esas personas a las que todos se le acercan, pues son como un imán a la cual todo se le pega, lo bueno y lo malo… Pero sabes salir airoso, pues te has construido firme y sólido.

Existe ese tipo de personas que no pueden dar porque no tienen nada bueno en su corazón, son pobres de espíritu, no hay alegrías ni bendiciones dentro de ellas; es como un campo árido donde nunca se podrá sembrar, son personas nocivas que viven el cada día amargándose y deseando todo pero no queriendo dar nada. Desgraciadamente hay muchas personas así en nuestras vidas, pueden ser personas cercanas o lejanas, pero siempre hay alguien a quien le cabe como anillo al dedo esta frase: "No se puede dar lo que no se tiene".

No tiene sentido esperar cosas buenas de este tipo de personas, porque si no saben ser felices, ¿cómo podrían dar a otra persona aquello de lo que carecen?

Por eso en la vida hay etapas que debemos ir quemando para evitar caer en la amargura. Los que viven añorando un pasado, los que sienten que todo el mundo les debe algo, que no es justo que otros sean felices porque ellos no lo son ni lo serán, esos son seres insatisfechos con todo, con la vida, con Dios y con todo el mundo.

Es triste, pero lo mejor es alejar personas así de nuestras vidas, Baby, pues de lo contrario, al final terminamos muy mal porque empezamos a ver lo que ellos ven: todo en blanco y negro. - Hay que alejarse-

La vida es alegría, es acción de bendecir, es dar a manos llenas los talentos que poseemos. Dar bendiciones es un acto que nos hará una mejor persona, única, irrepetible, porque podremos decir "yo sí puedo dar lo que tengo, que no es poco: Me sobran bendiciones, me sobra felicidad, con lo cual la puedo dar y compartir con los demás. Soy alguien que lucha aun contra la corriente pero derramo bendiciones y felicidad a mi paso".

Quienes renuncian a las maravillas de la vida y saborear la felicidad de dar bendiciones a otros se pierden en el camino de la tristeza...

Por eso tú siempre sonríe, vive la vida y cuando veas que quienes te rodean te dan muestras de bendiciones y afecto, tu corazón se llenará de gozo. Así, pues, si
eres feliz, puedes darlo todo. Y en este sentido debes de tener programado el chip.






 

CONSEJO NÚMERO 94



En la vida, Baby, la inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica. Con lo cual nuestro “chip” lo tenemos que programar para ser gentes de acción.





 

CONSEJO NÚMERO 93



La vida, Baby, es entera, completa y perfecta, no le falta nada y siempre ha sido así. Somos nosotros los que hemos elegido experimentarla de varias formas. Lo hacemos en un nivel particular de conciencia llamado Bien y Mal, lo que quiere decir todas las posibilidades buenas y malas. Lo experimentamos, y ya está terminado el experimento, y eso hay que tenerlo presente a la hora de programar el “chip”.





 

domingo, 19 de enero de 2014

CONSEJO NÚMERO 92


La vida, Baby, no es un pasillo recto y fácil por el que paseamos libres y sin obstáculos, sino un laberinto de pasajes en el que intentamos buscar nuestro camino, perdidos y confundidos, una y otra vez atrapados en un callejón sin salida. Pero si igualmente seguimos adelante, con un poco de suerte, siempre existe la posibilidad de que se nos abra alguna puerta que aunque tal vez no sea la que queríamos, al final incluso puede ser buena para nosotros. Y con esta idea tenemos que procurar llevar programado el “chip”….